El proyecto de “sucesión notarial”, es notoriamente inconstitucional, ambicioso, corporativo e intrusivo.
Ello, por cuanto todo Estado que se precie de ser un Estado de Derecho, basa su existencia misma en una norma fundamental y fundante, como expresión de la organización jurídica de la Nación. Y naturalmente, en la observancia de sus prescripciones.
